
El poder de los aromas
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¿Sabías que nuestro cerebro puede detectar hasta 10,000 aromas distintos, en comparación con otras experiencias sensoriales como el gusto y el tacto?
Cuando olemos algo, este aroma viaja directamente a la parte del cerebro que almacena emociones y recuerdos a largo plazo, y es ahí donde yacen más de 40 millones de neuronas receptoras dedicadas específicamente a almacenar estos aromas.
Por algo, los aromas siempre han sido parte de nuestra vida, y se requiere del conocimiento para crear mezclas armoniosas a partir de cientos de potenciales químicos aromáticos, tanto naturales como sintéticos, para lograr crear una fragancia inolvidable.
Los expertos en la materia (perfumistas), le dan vida a este arte a través de la creación de una fragancia con un tono emocional que se mezcle con la química del individuo, lo que le confiere valor personal o sentimental a dicha fragancia.
Este arte conlleva crear en dichas mezclas, tres niveles de notas de fragancia; las cuales incluyen: notas de salida, notas medias o "corazón" y notas de fondo.
Estas se utilizan tanto en las fragancias que utilizamos en nuestra piel, como las que encontramos en las velas aromáticas.
Las notas de salida tienden a ser ligeras y disiparse rápidamente mientras que las notas medias y bajas de una fragancia son aromas más profundos y suelen ser amaderados.
Es por esta razón científica que los aromas tienen el poder de crear cambios en nuestra mentalidad y comportamiento, desencadenando estados de ánimo y sentimientos.
Esto nos permite utilizar los aromas como una herramienta terapéutica ante momentos de estrés, ansiedad o depresión; incluso nos ayuda a revivir memorias positivas vinculadas con personas y lugares del pasado.
Comúnmente, utilizamos las velas aromáticas durante actividades de meditación o relajación, cuando en realidad nos son útiles para cualquier momento del día de acuerdo al ambiente que deseemos alcanzar.
Creemos que esta es precisamente la razón por la que, durante una pandemia, las velas aromáticas son un gran aliado para mejorar nuestra salud mental e iniciar un proceso de conexión con nosotros mismos. Ya que el distanciamiento social nos ha privado precisamente de estas conexiones con el mundo exterior, evidenciando que nuestro interior también necesitaba atención.
Sin embargo, nuestro cerebro se aclimata rápidamente a los aromas (15 minutos, como máximo), por lo que una sola vela solo llegará hasta cierto punto.
Nuestra recomendación es que tengás distintos aromas en distintos espacios. Con el fin de crear atmósferas emocionales y transportarse a distintos lugares cuando lo necesités.
Así que podés ir coleccionando distintos aromas que tengan un significado personal, te animen o evoquen recuerdos felices.
Esperamos que ahora podás ver el verdadero poder que hay detrás de las velas aromáticas y dejános saber en cuáles espacios utilizás tus velas y en qué momento de tu día las encendés.